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Pastoral 16 ABRIL 2023

Pastoral 16 de Abril - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira

¡La Iglesia de las Dos Alas!

¡La Iglesia de las Dos Alas! La Iglesia del Nuevo Testamento surgió basada en la realidad familiar, como hemos visto en los boletines anteriores, pero también experimentó su vida colectiva. La expresión colectiva es parte fundamental de la vida de la Iglesia del Señor Jesús. La historia de la Iglesia nos muestra que, cuando Jesús la estableció a través de los Doce, ella tenía una dinámica familiar, mas también tenía la dinámica corporativa. En Hechos 2:42-47, vemos que los discípulos estaban juntos en las casas y en el Templo:

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

 

En Hechos 5:42 encontramos que el Evangelio era anunciado públicamente y de casa en casa: Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. En Hechos 20:20 se nos dice que el apóstol Pablo también predicaba en público y en los hogares: “Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas. Es pues, clara la evidencia de que la Iglesia fue fundada sobre las bases de comunidad y corporativismo. Es decir, con reuniones en los hogares y colectivas.

 

Hasta el siglo IV, alrededor del año 313 d.C., la Iglesia venía creciendo de manera bíblica y equilibrada. Fue a través de esta visión que el Evangelio fue esparcido por todo el mundo conocido, generando un gran impacto en aquella época. Pero, cuando el emperador romano Constantino “se convirtió” al cristianismo, él reconoció y oficializó el cristianismo como la religión oficial del Imperio Romano, y entregando a los líderes de la Iglesia en muchas partes del Imperio, los templos paganos que “se transformaron” en “templos cristianos”. Con eso, se perdió, a partir de entonces, la Visión de la Iglesia de dos alas; el ala de la comunidad (la iglesia en los hogares) y el ala de corporativismo (la iglesia colectiva). Fueron cambiados los cultos de la Iglesia (subterránea en las catacumbas y en las casas), para los cultos en las catedrales, que empezaron a esparcirse en todo el Imperio.

 

El culto en los templos pasó a ser la tónica del Cristianismo que se fue transformando en una gran fuerza político-social y fue perdiendo su fuerza espiritual. Del siglo IV al siglo XX, la iglesia estuvo establecida sobre el sistema corporativo, en los moldes de “clero y laicos”, haciéndose, así, una iglesia de una sola ala. Está claro que hubo algunas reminiscencias de la Iglesia de dos alas, pero fueron tan pocas que no se hizo mucha diferencia en todo este periodo.

 

Con eso, la Iglesia del Señor Jesús atravesó una realidad oscura, pero en el siglo XX, resurgió la realidad de la comunidad, la otra ala de la Iglesia. Muchos grupos y denominaciones cristianas han dejado de forma radical el ala del corporativismo, volviendo así, a la práctica de la Iglesia en los hogares, en comunidad y, a veces, hasta predicando que la base corporativista de la Iglesia no es algo de Dios.

 

La verdad es que en el periodo “oscuro” de la Iglesia hubo desequilibrio para el lado del corporativismo, mas ahora, en muchas realidades ha habido un desequilibrio para el otro lado, el lado de la Iglesia en comunidad. Pero, Dios quiere el equilibrio de las dos alas.

 

Mientras la Iglesia Primitiva voló, avanzando con el Evangelio sobre la tierra, a partir del siglo IV, ella vivió gran parte de su historia volando en círculos, muchas veces sin que saliera de su lugar, tal como el pueblo de Israel en el desierto. Pero, en el intento de salir de esta realidad, varios grupos han ido al polo opuesto, abandonando la realidad presente y volando en círculos también. La Iglesia necesita avanzar con equilibrio.

 

La Iglesia en comunidad (en las casas y hogares) es el ambiente que Dios necesita para perfeccionar, entrenar, engendra el crecimiento en la vida del creyente como individuo. La Iglesia corporativista es la expresión colectiva de estos individuos sanos espiritualmente, que como Cuerpo de Cristo (las celebraciones), expresan tanto el poder espiritual (adoración, guerra espiritual, misiones, etc.) como el poder natural que la Iglesia necesita en el ámbito físico, político, social, etc.

 

Dejemos que el Espíritu de Dios nos lleve de forma equilibrada a vivir la realidad de la Iglesia en Células en el Modelo de los Doce y la realidad de nuestros Cultos y Celebraciones (las grandes reuniones), restaurando las dos alas poderosas de la Iglesia del Señor Jesús.

 

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.